HISTORIA
En el año 2012 Daniela Espinoza recibe una invitación para sumarse a un equipo de brasileños que viajaban a Haití en enero del 2013 en una caravana que llevaría evangelismo, asistencia médica, actividades deportivas y ayuda de construcción a un país devastado por el terremoto. Ese primer viaje fue simplemente una respuesta en obediencia ya que en ese momento Daniela no dimensionaba todo lo que Dios haría.
Sin conocer la lengua portuguesa del equipo y menos creol, Daniela realizó ese primer viaje en el cual Dios se reveló aún más a su vida, trayendo restauración en muchas áreas y un profundo llamado de parte de Dios para llevar su Reino a Haití y otros lugares. Fueron 3 años durante los cuales viajó sola desde Chile, siempre respaldada por la que era su iglesia local. En el año 2015 al momento de abordar el avión, Dios le habla diciendo: “que nunca más vas a viajar sola”. Al regreso de ese viaje, se forma un equipo de misiones en su iglesia local, y se comienzan a sumar diferentes personas al trabajo. En primer lugar se suman Elizabeth Contreras y Marcela Baeza, quienes hasta la fecha son parte del equipo y actual directorio de la organización. Junto a sus llamados de parte de Dios, visión y experiencia han sido pilares fundamentales durante todos estos años. El equipo que se conformó trabajó durante todo ese año para prepararse y enviar 10 voluntarios chilenos en enero del 2016. Este fue el primer viaje grupal realizado por chilenos bajo la dirección de este nuevo equipo de misiones.
El ministerio continuó creciendo año tras año, avanzando y desarrollando proyectos de apadrinamiento para niños de Haití. Los viajes posteriores constituyeron equipos de 14 a 18 voluntarios. El ministerio no solo realizo viajes a Haití, sino que Dios los desafío a apoyar a través de viajes de corto plazo a otros países como Bolivia y Paraguay, e incluso fueron desafiado a moverse dentro de Chile para cubrir diferentes necesidades.
Después de realizar diferentes viajes a Haití, Dios comenzó a hablar sobre un proyecto estable en este país, el cual contemplaría una Iglesia (evangelismo, discipulado), una escuela, uncentro de salud y un orfanato. Con este gran desafío puesto por Dios, Él comenzó a llamar personas con un llamado y pasión por servir dispuestas a establecerse en Haití, dejando en sus países locales y aceptando el llamado de Dios hacia su Misión.
En el año 2019 Dios surgió un nuevo desafío a través de los líderes locales del equipo para crear una nueva organización en Chile, la cual tuviera una constitución legal y a la vez fuera interdenominacional para que muchas iglesias pudieran sumarse al gran proyecto que Dios estaba dando para Haití. Esto dio lugar a que en el año 2021 naciera “Mision viña de gracia”, actual organización misionera interdenominacional e intercultural.
En diciembre del año 2020 frente a todo pronóstico adverso debido al escenario mundial por el covid, llega a Haití el primer equipo de chilenas para establecerse y servir a tiempo completo con “Misión Viña de Gracia”: Elizabeth Contreras, Belen Contreras y Daniela Espinoza.
Daniela Espinoza
Soy Daniela Espinoza, presidenta y fundadora de “Misión Viña de Gracia”. Estudié administración de recursos humanos donde me desempeñe por muchos años hasta que en él año 2013 fue a un viaje de corto plazo a Haití donde mi vida cambió.
Nunca imagine que Dios cambiara tan abruptamente mis planes de vida, pero ese 2013 entendí que había sido creada con un propósito mayor, vivir para la gloria de Dios, y ser parte de Su misión entre los más olvidados de la tierra. Dios me llamó a Haití, un país despreciado por la sociedad, un país donde ningún otro quiere invertir, pero me llamó ahí porque frente a todo lo que podamos ver, Dios ama a Haití profundamente y nos ha prometido un avivamiento para esta nación.
Desde el año 2020 vivo en Haití porque creo que un nuevo tiempo viene, un tiempo donde veremos los cielos abiertos y el Espíritu Santo se moverá como nunca antes trayendo libertad, sanidad, restauración y salvación hasta el último rincón de la nación.
Elizabeth Contreras
Mi nombre es Elizabeth Contreras, de profesión soy fisioterapeuta/kinesióloga.
Mi primer viaje a Haití fue en el año 2016 y actualmente desde el año 2020 me encuentro viviendo en Haití. Desde mi adolescencia Dios puso un amor en mi corazón por Haití. El camino no ha sido fácil, pero estoy convencida que llegará el tiempo de recoger lo que con lagrimas he sembrado. La palabra de Dios dice que hay tres cosas que permanecen; la fe, la esperanza y el amor, pero la mayor de ellas es el amor. El amor es lo que nos sostiene, impulsa y mueve, Haití ha sido la muestra del amor de mi Padre reflejado en la dulce mirada de un niño que sufre desnutrición, la caricia de una niña sin familia diciéndome mamá, el abrazo de una mujer soltera y la risa de un hombre sin trabajo.
He dejado mi propia tierra, mi familia, mis amigos y mi estabilidad etc. para encarnar la promesa de que aquel que deja todo esto recibirá cien veces más. Sólo puedo decir que Dios es eternamente fiel.
Belen Contreras
Mi nombre es Belén Contreras, trabajé en Chile como profesora de Música y vivo en Haití hace 5 años.
A pesar de ser hija de pastores puedo decir que en Haití conocí realmente a Jesús y fue ahí donde tomé mi decisión de seguirlo. Hoy entiendo que Dios no se equivoca, sé que él no escoge como lo haríamos nosotros; toma lo débil y lo hace fuerte. Si soy fuerte es porque encontré fuerzas más allá de las mías y si soy valiente es porque Dios está conmigo.
Él me plantó en Haití, entre los más pobres de los pobres, los que día a día luchan con la desnutrición, la desigualdad y la muerte, me plantó ahí como una “casa de pan” (“Belén” en Hebrero), para sembrar esperanzas de que un día todas las cosas estarán bien.
Marcela Baeza
Soy Marcela Baeza misionera de corto plazo y parte del directorio de Misión Viña de Gracia.
Durante 13 años trabaje en una compañía multinacional, lo que me abrió muchas puertas para llevar el evangelio de Jesús a los profesionales.
En el año 2016 Dios me permitió realizar mi primer viaje misionero a Haití y a partir de ahí algo cambio en mi vida, Dios puso en mi corazón un deseo de poder servir a otros llevando esperanzo a través Jesús. Dios me ha permitido servir en las áreas de movilización de misioneros y evangelismo de niños en los viajes que realizamos a distintos países y coordinar las actividades con nuestros voluntarios en Chile, Colombia y Paraguay.
He podido ver durante estos años a Dios transformando muchas vidas a través del amor, la compasión y la gracia, he visto a Dios manifestando su Reino.
Contamos con un equipo maravilloso de voluntarios, que son movidos por el amor y pasión por Dios. Junto con ellos aceptamos los desafíos que Dios nos va poniendo y caminamos como equipo hacía ellos ¡Trabajar en equipo es maravilloso! Somos testigos de como Dios a través de los años nos ha ido complementando y estamos seguros que lo seguirá haciendo. Tenemos alrededor de 25 voluntarios que son parte de “Misión Viña de Gracia” tanto en los proyectos de Chile, como en los de Haití. Si quieres sumarte al equipo haz click aquí abajo:
Nuestra
Base misionera en Haití
Desde noviembre del 2021 tenemos nuestra base misionera en Haití (anteriormente funcionabamos orfanato). La base es un lugar que se esta inmerso en la comunidad. Se encuentra en un los alrededores de Puerto Príncipe en una zona segura.
Elegimos vivir dentro de una comunidad porque creemos que Dios nos llamó a esto, a ser parte de ellos. Nuestro objetivo es que día a día a través de nuestros vidas ellos puedan conocer y ver el reino de Dios moviéndose.
La casa cuenta con un gran patio, estacionamiento para 2 vehículos, pozo de agua (ya que no existe por alcantarillado), 5 cuartos para hospedar equipos misioneros y una gran sala para actividades.
Actualmente contamos con 2 voluntarios Haitianos viviendo con nosotros, quienes se están capacitando y están en una fase de prueba. También contamos con una persona de seguridad durante las noches y una persona que se encarga de la mantención de la casa, ya que hay muchas cosas diferentes a Chile como bombas de agua, dum, paneles solares, baterias y muchos arreglos que hacer en la casa.