Este viaje marca un hito importante, ya que es el último viaje que Daniela realiza en solitario. Al momento de abordar el avión Dios le habla y dice que nunca más viajará sola. Durante el viaje se realizan las mismas actividades que en ocasiones anteriores, además se entra en contacto con un equipo Bautista de Brasil con quienes en un futuro se realizaron algunos viajes. Se envía donación de materiales escolares para 300 niños.